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F A U N A
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El
concepto de fauna, se refiere al conjunto de animales en sus diferentes
clasificaciones, como mamíferos, reptiles, aves, etc.,
Para el
conocimiento de la fauna, se parte del conocimiento taxonómico y de la
distribución de las especies en los tres ambientes de vida terrestre, aguas
continentales y aéreo. El objetivo del estudio de la fauna con planificación
territorial se orienta mas que todo hacia las especies en las que conforman
poblaciones estables e integradas en comunidades también estables sin incluir
los animales domésticos.
La
diversidad de la fauna depende de la capa vegetal, de la presencia de otros
animales, de la existencia de fuentes de agua, de factores topográficos y
fisiográficos y de la acción del hombre entre otros aspectos.
La fauna
en el territorio municipal se caracteriza por tener un alto grado de
distribución, la mayoría de las especies han ido desapareciendo por la falta
de hábitat adecuado y por el mismo hombre.
La acción
del hombre sobre la fauna con actividades como la cacería causa desequilibrio
que que puede conducir a la aparición de nuevas plagas. Los trastornos en las
cadenas alimenticias y otras relaciones en las comunidades así como la
disminución de la calidad de vida de los habitantes.
A pesar de
que algunas especies como los conejos han sido reportados en extinción por
las comunidades todavía se pueden observar especies de gran valor como las tórtolas,
los reptiles las serpientes, entre otras.
A partir
de la fauna el hombre se provee de alimentos, y materiales para distintos
usos como pieles, aceites, y demás. Algunas de las especies de mamíferos que
anteriormente se encontraban en abundancia son cada vez más escasas debido a
la fuerte presión antrópica que se ejerce sobre ellas degradando su nicho,
dejando condiciones impropias de habitabilidad; por ello es notoria la
cantidad de clases faunísticas que han desaparecido.
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F L O R A
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La flora
es el conjunto de especies vegetales que pueblan un territorio o una región
geográfica, consideradas desde el punto de vista sistemático. La flora será
rica o pobre según que la región geográfica considerada posea muchas especies
vegetales o escaso número de ellas. El conjunto de flora es de muy variable
amplitud, según el punto de vista desde el que se considere. Así, se puede
hablar de flora de un país determinado. El concepto puede ser aún más
localista o determinista, como cuando se habla de flora intestinal para
designar el conjunto de bacterias intestinales, o de flora venenosa, término
con que se designa el conjunto de especies vegetales que revisten ese
carácter, etc. Podemos distinguir seis reinos florales, y en éstos a la vez
terrenos florales menores (regiones, etc.), los cuales presentan una flora
que les es propia. Estos reinos florales son: el holártico, paleotrópico,
neotrópico, australiano, capense y el artántico. el reino floral holártico
comprende toda la zona templada y fría, septentrional que se caracteriza por
la gran abundancia de bosques. Comprende varias regiones, entre las que caben
citar la región ártica de la tundra, la región eurosiberiana, la región
mediterránea y la centroasiática. Los reinos florales paleotrópico y neotrópico
que corresponden a las regiones tropicales, se caracterizan por la abundancia
de especies tropicales como palmeras, aráceas, lauráceas, etc. En el reino
australiano abundan las especies endémicas, entre las que cabe citar a varios
eucaliptos. El reino floral capense es el más pequeño de todos y se
caracteriza por la falta casi absoluta de árboles. El antártico, que
comprende la parte más meridional de América del Sur, se caracteriza por la
abundancia de bosques constantemente húmedos y ricos en musgos y helechos. En
todas las regiones florales la presencia de montañas es causa de notables
cambios en la flora. La flora montícola difiere, por lo común, de la tierra
baja, ya que en ella las condiciones climáticas son distintas; suele ser rica
en especies endémicas. No hay que confundir el concepto de flora con el de
vegetación, ya que mientras que la primera se refiera al número de especies
distintas que cubre un territorio, la segunda se refiera al conjunto de
plantas que lo cubren. Un país puede tener una flora muy pobre y ser rico en
cuanto a vegetación.
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Flora y fauna en nuestro
territorio
Colombia
tiene el número más grande de especies por unidad de área en el planeta. Hay más
de 1800 especies de aves, que van desde
el cóndor de los Andes hasta el diminuto colibrí. La fauna colombiana es muy
variada en especial en las selvas amazónicas, hay variedad de especies (aves,
roedores, insectos, peces, micos, reptiles, etc.) únicos en el mundo, ejemplo
de ello son los delfines rosados. Entre los animales silvestres se encuentran
la danta, el tapir, el puma, leoncillo, tigre, venado, osos, monos, micos,
cerdos salvajes, comadrejas, nutrias, caimanés, entre otros. Hay peces de
mar como pargos, mariscos y en los ríos bagres, boca chicos, payaras, sardinas,
et.
En
tierras calientes y de lluviosidad permanente, crece una selva constituida por
árboles altos y de follaje siempre verde. Abundan los bejucos leñosos y las
epifitas, es decir, plantas que viven dentro de otras plantas. Existe además,
una vegetación más baja (soto bosque) y tupida. Los herbarios colombianos han
clasificado mas de 130.000 plantas, incluyendo entre ellas la bellísima orquídea
considerada la flor nacional de Colombia.
En regiones más húmedas, como en las selvas del Choco, la Amazonía, el Catatumbo, el Valle Central del Magdalena y las vertientes bajas de las cordilleras, la vegetación es exuberante, con variedad de especies y rica en árboles madereros, palmas oleaginosas, caucho, balso y demás.
En regiones más húmedas, como en las selvas del Choco, la Amazonía, el Catatumbo, el Valle Central del Magdalena y las vertientes bajas de las cordilleras, la vegetación es exuberante, con variedad de especies y rica en árboles madereros, palmas oleaginosas, caucho, balso y demás.
LIMITES DE LOS RECUROSOS
NATURALES
Entre los innumerables elementos
de la crisis del medio ambiente en la que se haya sumergida nuestra
civilización, los relativos al problema de los límites de los recursos
naturales figuran entre los más inquietantes y polémicos.
La consideración de este problema
lleva a tratar aspectos tan candentes como la finalidad del crecimiento o la
imperiosa necesidad de alcanzar un estado estacionario en los efectivos de las
poblaciones humanas y su nivel de producción industrial, siempre en términos
cuantitativos.
El nivel de consumo actual de las
fuentes de energía, de las materias primas, del agua y de los recursos
alimenticios alcanza un valor absoluto tal, que no puede menos de extrañar la
sorpresa de algunos que, de repente, descubren ¡el carácter finito de la
ecosfera!
Límites
energéticos
Las disponibilidades energéticas
figuran entre los diversos límites probables a la expansión de la actividad
industrial humana.
Dos tipos de fuentes de energía
pueden ser utilizadas por el hombre. Las primeras, no renovables, comprenden
los diversos combustibles fósiles y las materias fisibles (uranio 235, por
ejemplo).
Las segundas son, por su misma
esencia, inagotables a escala de nuestra especie, aunque de más difícil
explotación. Se trata de la energía solar, de la energía de las mareas oceánicas
y de la energía térmica. El flujo de la energía natural constituido por estos
fenómenos cósmicos se reparte de la siguiente forma:
Flujo solar
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178,000 x 109 kw/año
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Energía geotérmica
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32 x 109 kw/año
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Energía marina
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3 x 109 kw/año
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Sólo una ínfima parte de estas
gigantescas fuentes de energía se utiliza bajo forma hidroeléctrica. La
satisfacción de las necesidades energéticas de la civilización contemporánea se
funda esencialmente en el empleo de combustibles fósiles. Hemos asistido desde
comienzos de siglo, época en que el carbón y la madera tenían un papel
preponderante, a una modificación de la naturaleza de los carburantes
utilizados. La parte del gas natural y sobre todo el petróleo no ha hecho más
que crecer en detrimento de los combustibles sólidos.
Los Recursos
de Agua
Pese a una aparente abundancia,
el agua dulce, habida cuenta del crecimiento de las necesidades humanas, es
relativamente rara en la biosfera.
A diferencia de muchos otros
problemas de recursos que no llegarán a ser cruciales más que en un futuro más
o menos lejano, el del agua dulce es actual. La mayor parte de los países
industrializados sufren ya una grave penuria, incluso aquellos que a
priori parecen mejor provistos de dicho elemento.
Si tenemos en cuenta el incesante
aumento de las necesidades de agua en la civilización contemporánea, en
particular los enormes volúmenes consumidos por las naciones de gran expansión
industrial; si no olvidamos las grandes cantidades de agua necesarias en la
agricultura no solamente en los países desarrollados sino también en los en
desarrollo cuya galopante demografía empuja a una explotación de tierras
semiáridas con ayuda de la irrigación, se llega a la conclusión de que el agua
es ya escasa en no pocas regiones del mundo. Figura en el primer plano de los
recursos naturales susceptibles de faltar a la humanidad en un futuro próximo.
Desgraciadamente, la mala
gestión, e incluso el despilfarro, de los recursos de agua son hoy, por el
contrario, la regla en los países industrializados. La contaminación
accidental, o por negligencia, de las capas freáticas más profundas compromete
el porvenir de nuestras reservas hídricas e impedirá su utilización cuando se
ponga de manifiesto su necesidad. En fin, las existencias de agua están
igualmente limitadas por las exigencias de los consumidores, quienes
acrecientan su empleo por la elevación del nivel de vida. Este fenómeno es
tanto más notable en nuestros días cuanto que los habitantes de los países
occidentales exigen de las aguas un grado de pureza que curiosamente no exigen
en el aire que respiran.
Si examinamos ahora, no los volúmenes
de agua dulce disponible, sino su distribución geográfica, se constata que ese
elemento es no solamente bastante escaso en la biosfera sino que además se
halla muy mal distribuido en la superficie de las tierras emergidas. Así, en
más de la mitad de los continentes, el agua dulce existe en cantidades
insuficientes o bajo una forma inutilizable para los fines agrícolas o
industriales.
Los Recursos
Alimenticios
De todos los graves problemas del
entorno que caracterizan los tiempos presentes, el de las disponibilidades
alimentarias es de entidad suficiente para inquietar a los ecólogos menos
pesimistas. En ese dominio la crisis no pertenece al futuro: se cierne ya desde
hace tiempo.
¿Qué superficie de tierras
cultivables puede ser utilizada por la humanidad? Actualmente, todas las
tierras fértiles han sido roturadas desde hace tiempo. Para complicar el
asunto, la superficie total de las tierras disponibles para el cultivo
disminuye en valor absoluto a consecuencia del crecimiento demográfico. Esto se
debe no solamente a las alteraciones edafológicas y a la erosión de los suelos,
sino también a las consecuencias de la expansión urbana e industrial. Estas
últimas imposibilitan los usos agrícolas en superficies crecientes de suelo muy
fértil, ya que las ciudades se instalan en general en el fondo de ricas cubetas
aluviales. El crecimiento de las ciudades se realiza generalmente en detrimento
de las mejores tierras; la superficie del conjunto de las ciudades del mundo es
superior a la de Francia.
Las ciudades han esterilizado la
veinteava parte del total de las tierras hoy explotadas. Hay que añadir a la
superficie ocupada por las ciudades la de las carreteras, los aeropuertos, los
terrenos militares, la inundación de valles por nuevos embalses
hidroeléctricos... En definitiva, la superficie de las tierras disponibles
decrece más rápidamente que el aumento de la población. Cada persona, además de
su vivienda, tiene necesidad de una superficie de vías de comunicación, lugar
de trabajo, etc.
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